La Palabra de Dios todo lo transforma.
El salmista escribió acerca del poder transformador de la Palabra de Dios:
La ley del SEÑOR es perfecta, que restaura el alma; el testimonio del SEÑOR es seguro, que hace sabio al sencillo.
Los preceptos del SEÑOR son rectos, que alegran el corazón; el mandamiento del SEÑOR es puro, que alumbra los ojos.
Los preceptos del SEÑOR son rectos, que alegran el corazón; el mandamiento del SEÑOR es puro, que alumbra los ojos.
El temor del SEÑOR es limpio, que permanece para siempre; los juicios del SEÑOR son verdaderos, todos ellos justos. Salmo 19:7-9
Que nuestro amado Jesús le siga guiando en su rol de seguir extendiendo su Reino.Shalom. Hno/Antonio López
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